Jan se muda a una playa de Sydney y está buscando una solución para poder bucear los fines de semana sin tener que pasar horas organizando tanques de aire y buscando estacionamiento cerca del sitio de buceo. Su gran pasión por el buceo combinada con la decepción con los sistemas de narguile disponibles en el mercado lo lleva a la idea de desarrollar el sistema de buceo más portátil y fácil de usar del mundo.
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AirBuddy nunca podría despegar sin recaudar fondos para el inicio de la producción, que requiere mucho capital. La recaudación de más de 1 millón de dólares australianos gracias a una exitosa campaña de crowdfunding (en Kickstarter e Indiegogo), múltiples subvenciones gubernamentales, una inversión privada, premios en metálico de concursos empresariales ganados, combinados con nuestros propios ahorros, dieron a AirBuddy la “luz verde” para continuar. Un gran éxito, pero también un enorme compromiso. Más de 400 clientes esperaban sus pedidos previos. No teníamos espacio para ningún error.
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A medida que nos acercábamos al inicio del envío, nos dimos cuenta rápidamente de los retos que supone la distribución global de DG (mercancías peligrosas) que se requiere para las baterías de litio. Nuestro empaque tuvo que pasar pruebas de laboratorio, tuvimos que recibir capacitación en materia de DG y recibir aprobaciones de la sede central para abrir cuentas de envío especializadas (poco frecuentes) con DHL y FedEx. Sin embargo, antes de fin de año, enviamos más de 400 pedidos anticipados a todos los patrocinadores de Kickstarter e Indiegogo.
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Nos sentimos orgullosos y honrados por el reconocimiento de nuestro duro trabajo por parte de dos prestigiosos premios de diseño:
1) Good Design Award – Ganador de oro
2) A’ Design Award – Ganador de bronce
El mismo año, también logramos implementar varias mejoras en los productos (incluido un mayor tiempo de inmersión) y aumentar la eficiencia de nuestra producción.

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